A una semana del Media Day y con el training camp a la vuelta de la esquina, llegan más pálidas para los Celtics. Robert Williams, el pívot de 24 años, recibirá un tratamiento en su rodilla izquierda que lo dejará fuera hasta mínimo pasada la pretemporada.
Timelord y las lesiones son un dolor de cabeza recurrente para los seguidores de los Celtics. Más aún teniendo en cuenta la importancia que fue cobrando Rob en el juego de los de Udoka y su gran impacto dentro de la pista. A finales de la temporada pasada temimos que la rotura de meniscos nos privaría de la participación de Williams en los Playoffs. Desconocemos qué divinidad le realizó la cirugía para reparar su rodilla izquierda, pero en cuatro semanas estaba de vuelta para disputar el juego tres de la primera ronda contra los Nets. Su aporte en esta última postemporada fue crucial para Boston y las veces que no estuvo al 100% fue evidente su merma en el rendimiento.
Otra de las aristas de Williams y su rodilla era que la misma estaba cada vez más sobrecargada con el paso del tiempo. La inflamación y el dolor eran equivalentes a la cantidad de minutos en cancha y el esfuerzo del jugador. Está claro que estos Playoffs significaron un alto nivel de desgaste físico y mental, y la recuperación era necesaria.
¿De qué se trata esta intervención quirúrgica?
La artroscopia de rodilla consiste en la visualización de la articulación a través de cámaras y monitores. Para la misma se realizan pequeñas incisiones por las cuales el cirujano introduce instrumentos quirúrgicos para sentir, reparar o quitar tejido lesionado. No es un procedimiento complejo ni incluye una intervención muy grande en la zona afectada, pero sí precisa de un tiempo de recuperación como toda visita al quirófano. El tiempo estipulado es de entre cuatro y seis semanas hasta que pueda volver a jugar.
Si bien la operación que recibió en los meniscos lo tuvo listo para jugar en cuatro semanas, este proceso es más que necesario si queremos contar con Rob a la longevidad. Este proceso le permitiría recuperarse al máximo y no estar constantemente aquejando dolor y teniendo que controlar la inflamación. Ni hablar del riesgo a futuro que eso implicaría. No hay de otra, las lesiones traen consigo un tiempo de recuperación. A pesar de que no guste, es un mal necesario.
Ahora bien, la pregunta que nos hacemos todos es: ¿Por qué no realizar el tratamiento ni bien finalizó la temporada en lugar de esperar al comienzo de la siguiente? No se entienden bien los tiempos y es ajeno a nosotros todavía cuáles fueron los factores que llevaron a que se haya dilatado tanto. Lo certero es que, según Woj, este jueves Robert Williams tiene apuntada su cita con el cirujano.
Los Celtics deben hacer un movimiento para reemplazar a Williams
La baja de Gallinari ya es un hecho, pero ahora Udoka no podrá contar con Williams III hasta entrada la temporada regular. Son dos bajas claves: un titular y un jugador de rotación. Stevens deberá explorar el mercado en búsqueda de una pieza que satisfaga las necesidades de Boston y que se acople al sistema de juego de Ime (Carmelo descartado). Más allá del humor, las opciones no son muchas.
Principalmente está la opción de recurrir al mercado de agentes libres. Pero este ofrece un menú incapaz de satisfacer el paladar sofisticado de Brad. Boogie Cousins, Blake Griffin, Dwight Howard, Paul Millsap, Ed Davis, LaMarcus Aldridge y una larga lista de jugadores que se encuentran en la fase final de sus carreras no son suficiente para cubrir la necesidad de los Celtics.
La opción menos apetitosa es la de usar la TPE. Una variante que pondría a los Celtics en jaque salarialmente antes de empezar la temporada y no sería la situación ideal. Stevens estaría atado de pies y manos y perdería flexibilidad para realizar algún movimiento a futuro. Y tampoco es que Boston pueda conseguir a un jugador de gran calibre con la TPE. Sería jugársela en vano.
Finalmente se contempla la posibilidad de aguantar con lo que hay. Como están las cosas, Al Horford y Grant Williams son los únicos internos con minutos de rotación. ¿Qué se puede hacer? Confiar en lo que pueda darte Kornet y aprovechar al máximo el two-way de Kabengele. Y como están las cosas, es muy factible que Vonleh o Caboclo acaben ganándose un lugar en el roster de cara a la temporada 2022/23.
Boston se encuentra en una posición complicada y que la front office de la franquicia haga un movimiento en respuesta a esta situación de Williams es muy probable. Estaremos atentos a cómo decide Brad encarar este enredo.